Todos se preguntan: ¿Qué está pasando?
Hace poco acabamos de experimentar los dos últimos eclipses del año 2013, el del 18 de octubre y
el 3 de noviembre, y sin duda están haciendo de las suyas en este momento, cada uno en su
terreno.
El primero activó la hipersensibilidad, la confusión y la tendencia a evadir la realidad. La sensación de angustia y "nosequé" se respira cuando conversamos en cualquier lugar. Ante esa atmósfera muchos han caído en desilusión, cinismo y amargura para drenar su sentir. También ha surgido la inclinación a victimizarse, mostrar cobardía y mansedumbre ante situaciones de vida que parecieran ser imposibles de cambiar. Pero esa victimización puede, en el fondo, no ser más que una sutil dependencia casi parasitaria que nos lleva a seguir manteniendo los mismos hábitos, obteniendo los mismos beneficios, perpetuando las mismas costumbres, sólo para "evitar" o "posponer" el esfuerzo por cambiar.
El primero activó la hipersensibilidad, la confusión y la tendencia a evadir la realidad. La sensación de angustia y "nosequé" se respira cuando conversamos en cualquier lugar. Ante esa atmósfera muchos han caído en desilusión, cinismo y amargura para drenar su sentir. También ha surgido la inclinación a victimizarse, mostrar cobardía y mansedumbre ante situaciones de vida que parecieran ser imposibles de cambiar. Pero esa victimización puede, en el fondo, no ser más que una sutil dependencia casi parasitaria que nos lleva a seguir manteniendo los mismos hábitos, obteniendo los mismos beneficios, perpetuando las mismas costumbres, sólo para "evitar" o "posponer" el esfuerzo por cambiar.
Lo interesante de esta situación es que, como
todo eclipse, nos está invitando a dar un paso más allá en nuestra evolución.
Por supuesto, a través del cambio, porque eclipse es sinónimo de transformación
inminente que se manifiesta en un lapso de tiempo promedio entre tres y
seis meses, luego de ocurrido el evento. Así que como fenómeno celeste que
implica avance, es importante intentar manejar su energía de manera
consciente, para disminuir, en lo posible, su efecto "sorpresivo".
Veamos… el primer eclipse
del que venimos hablando nos está
invitando a desarrollar un espíritu
visionario, que surge de nuestra capacidad
de síntesis y percepción. La creatividad es la clave para canalizar este eclipse. Desarrollemos la
empatía y la adaptabilidad ante una nueva situación que implica asumir la
responsabilidad de nuestra realidad.
El segundo eclipse, nos dice que es momento de ser objetivos, dejar a
un lado la indecisión y encontrar el
equilibrio de manera sensata. Este eclipse altera nuestros valores,
redefiniendo el sentido de “justicia”.
Genera fluctuaciones, extremismo, altibajos, contradicciones. Es muy
posible que afloren los valores superficiales a luz, para ser disueltos y
desmantelados progresivamente, con el pasar de los meses.
Por otra parte, el 14 de noviembre ocurrió la conjunción de Venus y Plutón en
cuadratura con Urano para reforzar el ciclo de cambio iniciado por los
eclipses. Plutón y Urano vienen desestructurando TODO desde junio de 2012. Pero en esta ocasión, el
protagonismo de Venus le da un matiz
personal que afecta las relaciones, el dinero, los valores y todo aquello que realmente amamos, deseamos
o sencillamente queremos tener. Con esa
configuración nuestros deseos afloran a la superficie con vehemencia. Sabemos
lo que queremos, cómo lo queremos y lo queremos ya. Pero, como todo en el
cosmos tiene un ritmo, una cosa es lo que surge en nuestra conciencia y otra lo
que se manifiesta en la realidad tridimensional. Este tránsito acaba de iniciar un ciclo lleno
de significados. Es el momento de darse cuenta de lo que hay detrás de lo
aparente. Y apenas lo estamos comenzando a percibir, llegaremos a
corroborarlo dentro de un par de meses,
entre febrero y marzo de 2014.
A esto le agregamos que el 25 de noviembre de 2013 ocurrirá
la última conjunción anual entre Mercurio y
Saturno, en trígono con Júpiter y sextil con Venus.
Este es uno de los momentos del año en que resulta propicio
iniciar un nuevo proyecto. Si tienen en
mente “algo” por hacer, emprender, crear, iniciar… es el momento ideal para
darle forma con acciones concretas. Es propicio activar los contactos, las conversaciones, los
acuerdos los nuevos puntos de vista que hemos
tenido en mente . Se acaba de
cerrar un ciclo y mucho de lo que aprendimos nos sirve de referencia para saber
qué funciona y qué no funciona.
La conjunción Mercurio - Saturno ocurrirá el 25 de noviembre y tendremos un año exacto para trabajar en ese
proyecto que necesita una nueva plataforma y/o proyección. Es un momento
propicio para darle estructura a las
nuevas ideas y aprovechar las oportunidades de expansión que se presentan
como “señales” en nuestro camino. El universo nos está
hablando en todo momento pero nuestra conciencia puede estar o no atenta a lo
que nos dice. Aprovechemos la puerta que se abre este 25 de noviembre para
iniciar de manera pragmática una nueva etapa en materia de trabajo, estudio
y proyecto de vida.
“Ningún trabajo
importante al cual se consagre el corazón con firme devoción quedará sin
terminar.”
Lama Govinda
Lama Govinda
Así que es momento de iniciar esta nueva etapa con mucha constancia y determinación. El entusiasmo no faltará, el norte podrá ser alcanzado si las acciones
se ejecutan de forma equilibrada. No descuidemos la “forma”. Es imprescindible para lograr el éxito en ese nuevo proyecto cuidar la
manera de hacer las cosas. Debe prevalecer la armonía, el tacto, la diplomacia,
la cooperación y la sinceridad en todo lo que decidamos iniciar a partir de
ahora. Evitemos la actitud acomodaticia,
la falsedad y la simulación. No es momento para indecisiones ni evasiones.
Aprovechemos este movimiento vertiginoso para reorientarnos y actuar.
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