jueves, 17 de marzo de 2011

¿Signo o constelación?


Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra “signo” se considera: “Objeto, fenómeno o acción material que, por naturaleza o convención, representa o sustituye a otro. En Astrología, los signos son cada una de las doce partes iguales en que se considera dividido el Zodiaco”.
Partiendo de esa definición, queda claro que la Astrología tal como la conocemos no basa sus interpretaciones en las constelaciones astronómicas o “cielo real”, sino en segmentos divididos del cielo a los cuales se les ha asignado un nombre y una simbología que, en algún momento de la historia, llegaron a coincidir con las constelaciones estelares.
La Astrología constelacional, intenta rescatar la interpretación del “cielo real”, partiendo de la premisa: “como es arriba es abajo”. Lo que ocurre en el cielo, ocurre en nosotros. Por eso consideramos que el estudio de las constelaciones es primordial para lograr una comprensión genuina de la Astrología. En un principio la palabra Astrología y Astronomía significaban lo mismo, los astrónomos-astrólogos observaban e interpretaban constelaciones, no signos. Con el tiempo y las dinastías se comenzaron a realizar ajustes dentro de los distintos calendarios, de acuerdo a las estaciones, los períodos de siembra y cosecha, hasta lograr definir los 12 meses del año y su correspondencia con el cinturón zodiacal. Si en un principio la coincidencia de los meses con cada constelación fue casi exacta, eso ha variado debido a la expansión del cosmos y a una serie de fenómenos astronómicos entre los que se destaca la “precesión de los equinoccios”. Así fue como todo se limitó a los 12 segmentos de 30 grados que se adecuaron para facilitar la observación e interpretación en el pasado ya que había una coincidencia con la antigua realidad celeste, pero hoy, 2500 años después, el cielo es diferente.

Solo basta con ver el cielo real y comprender que así como nuestra conciencia ha evolucionado, el cosmos nos muestra también esa corespondencia sincrónica. Hoy no son 12 las constelaciones que transitan por la eclíptica, son 13. Seamos abiertos y comprendamos que el universo es infinitamente misterioso y cuando creemos que ya lo vimos o lo dominamos todo, se asoma una nueva y desafiante realidad. Escribamos una nueva historia, con la realidad que nos muestra el cielo hoy.

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