miércoles, 27 de noviembre de 2013

Luna nueva el 2 de diciembre de 2013

Analicemos  un poco el ciclo que se inicia con la luna nueva del 2 de diciembre de 2013. A partir de esa semana será primordial el tema de la salud física, mental, emocional, social y espiritual. Como la luna nueva inicia una etapa de gestación, lo natural será actuar en consecuencia: escuchemos las necesidades de nuestro cuerpo y la voz de nuestra intuición. Durante esa fase (del 2  al 9 de diciembre)   nos interesará resolver asuntos relacionados con nuestro bienestar, bien sea iniciando un nuevo régimen, cambiando ciertas rutinas o incorporando otras. Algunos tendrán que lidiar con asuntos pendientes (viejas dolencias acumuladas) que aflorarán durante esa semana  con el fin  de  ser sanadas. El 4 de diciembre será propicio para lidiar con esos temas pendientes. Aprovechemos   ese día para conectarnos con nuestra voluntad y transformar lo que no nos gusta. Recordemos que durante esa semana lo importante será  iniciar una nueva etapa de salud emocional,  física y espiritual. Cada quien sabe cuál es  el ámbito en el  que le corresponde enfocarse, y lo natural será avocarse a eso con determinación.
La Luna nueva en Ofiuco representa la capacidad de trascender los límites impuestos. Se inicia una etapa en la que podemos ir más allá, incluso, mucho más allá de lo que ha representado hasta ahora nuestra zona de confort. Ese avance interno, ese ímpetu, podremos manifestarlo de manera entusiasta, con franqueza y optimismo. Nos sentiremos inspirados y dispuestos a ser sinceros, veraces  y  justos, o al menos ese será el camino que nos dará tranquilidad y certeza interior.
El 5 de diciembre, la Luna conjuntará a Venus, así que aprovechemos esa energía creativa, inspiradora y magnética para impregnar cualquier intención, proyecto  o simplemente el cuidado de nosotros mismos, a través de algún encuentro agradable con alguien querido, o algún consentimiento personal. Lo importante ese día es que puedas permitirte disfrutar de algún momento para ti.
   Los días  6 y 7 de diciembre estarán llenos de enfoque. Será  como sentir que el entusiasmo  experimentado en días anteriores merma un poco y se convierte en determinación, firmeza  y compromiso. Lo que nos llenó de inspiración necesita ahora acción. En esos días es recomendable realizar entrevistas, fijar acuerdos, mantener un ritmo constante de actividad, sin perder el norte. Lo que se concrete durante estos dos días alcanzará una proyección clara y facilitará la consecución de las metas.
Finalmente, los días 8 y 9 de diciembre la Luna conjuntará a Neptuno y a Quirón. Este despliegue de ilusión con fantasía creadora puede ser muy positivo si lo utilizamos para liberar antiguos condicionamientos. El  deseo de trascender las dificultades personales y colectivas adquiere mayor fuerza durante estos días porque aumenta la noción de nuestro potencial como individuos  capaces de afectar conscientemente el entorno. Así pues, la conciencia colectiva vibra y genera cambios.  En palabras de Martin Luther King  este tránsito puede comprenderse de la siguiente manera: “No hay nada tan poderoso como una idea cuyo momento ha llegado”.
Espero que tengan todos una feliz luna nueva, la última de este 2013.   

 

 

 

 

 

La Luna y su influencia


Utilizar los tránsitos de la Luna como referencia para comprender nuestro día a día resulta importante  porque nos permite familiarizarnos  con la naturaleza cíclica de nuestras emociones y nuestro cuerpo. Cuando aceptamos que somos un organismo vivo, con piel, glándulas y  células que responden a estímulos internos y externos, logramos vivir en el aquí y el ahora de manera plena. La energía que nos proyecta la Luna tiene que ver con nuestro ritmo biológico y psíquico. Por eso cuando nos alineamos con ese fluir orgánico danzamos libremente y podemos vivir de manera coherente.
La Luna siempre nos va a mostrar el camino de vuelta a casa, nuestro centro de protección. Sin ese “hogar interior” atendido no podremos sacar fuerzas, ni tener las defensas suficientes para relacionarnos con el mundo externo, ni  mucho menos  sentirnos equilibrados, confiados y seguros. El camino que recorre la Luna nos habla del ritmo  inconsciente  que tienen nuestras reacciones ante las pequeñas  cosas de la vida: lo cotidiano. A través de las fases lunares podemos hacerle un seguimiento a nuestro ritmo energético y  entender cuándo  estamos  rebosantes o carentes de vitalidad.
Lo más interesante de vivir conscientemente con el ritmo lunar es la tranquilidad que nos genera. Cuando sabemos que la Luna se encuentra transitando por una constelación determinada y eso nos inclina a sentirnos de cierta manera, automáticamente disminuye la tensión interior, la duda y  la autocrítica, porque podemos  experimentar ciertas emociones o estados de ánimo que nos llevan “de vuelta casa”. Es como si el hecho de experimentar esas sensaciones nos conduce hacia  un punto de verdad interior, al cual sólo podemos acceder desde el sentir, sin racionalizar.  La Luna no sabe de “deber ser”, ni de “lo ideal”, ella  solo nos induce a sentir.

martes, 19 de noviembre de 2013

De los últimos eclipses



Todos se preguntan: ¿Qué está pasando?
 

Hace poco acabamos de experimentar los dos últimos eclipses del año 2013, el del 18 de octubre y el 3 de noviembre,  y sin duda están haciendo de las suyas en este momento, cada uno en su terreno.
El primero activó la hipersensibilidad, la confusión y la tendencia a evadir la realidad. La sensación de angustia y "nosequé" se respira cuando conversamos en cualquier lugar. Ante esa atmósfera muchos han caído en desilusión, cinismo y amargura para drenar su sentir. También ha surgido la inclinación a victimizarse, mostrar cobardía y mansedumbre ante situaciones de vida que parecieran ser imposibles de cambiar.  Pero esa victimización puede, en el fondo, no ser más que una sutil  dependencia casi parasitaria que nos lleva a seguir manteniendo los mismos hábitos, obteniendo los mismos beneficios, perpetuando las mismas costumbres, sólo para "evitar" o "posponer" el esfuerzo por cambiar.
Lo interesante de esta situación es que, como todo eclipse, nos está invitando a dar un paso más allá en nuestra evolución. Por supuesto, a través del cambio, porque eclipse es sinónimo de transformación inminente que se manifiesta en un lapso de tiempo promedio entre tres y seis meses, luego de ocurrido el evento. Así que como fenómeno celeste que implica avance, es importante intentar manejar su energía de manera consciente, para disminuir, en lo posible, su efecto "sorpresivo".
Veamos… el primer eclipse  del que venimos  hablando nos está invitando  a desarrollar un espíritu visionario, que surge de nuestra capacidad  de síntesis  y percepción.  La creatividad es la clave para  canalizar este eclipse. Desarrollemos la empatía y la adaptabilidad ante una nueva situación que implica asumir la responsabilidad de nuestra realidad.
El segundo eclipse, nos  dice que es momento de ser objetivos, dejar a un lado la indecisión  y encontrar el equilibrio de manera sensata. Este eclipse altera nuestros valores, redefiniendo el sentido de “justicia”.  Genera fluctuaciones, extremismo, altibajos, contradicciones. Es muy posible que afloren los valores superficiales a luz, para ser disueltos y desmantelados progresivamente, con el pasar de los meses.
Por otra parte, el 14 de noviembre ocurrió la conjunción de Venus y Plutón en cuadratura con Urano para reforzar el  ciclo de cambio iniciado por los eclipses. Plutón y Urano vienen desestructurando TODO  desde junio de 2012. Pero en esta ocasión, el protagonismo de Venus le da  un matiz personal que afecta las relaciones, el dinero, los valores  y todo aquello que realmente amamos, deseamos o sencillamente queremos tener.  Con esa configuración nuestros deseos afloran a la superficie con vehemencia. Sabemos lo que queremos, cómo lo queremos y lo queremos ya. Pero, como todo en el cosmos tiene un ritmo, una cosa es lo que surge en nuestra conciencia y otra lo que se manifiesta en la realidad tridimensional.  Este tránsito acaba de iniciar un ciclo lleno de significados. Es el momento de darse cuenta de lo que hay detrás de lo aparente. Y apenas lo estamos comenzando a percibir, llegaremos a corroborarlo  dentro de un par de meses, entre febrero y marzo de 2014.
A esto le agregamos que el 25 de noviembre de 2013 ocurrirá la última conjunción anual entre Mercurio y  Saturno, en trígono con Júpiter y sextil con Venus.
Este es uno de los momentos del año en que resulta propicio iniciar un nuevo proyecto.  Si tienen en mente “algo” por hacer, emprender, crear, iniciar… es el momento ideal para darle forma con acciones concretas. Es propicio activar  los contactos, las conversaciones, los acuerdos los nuevos puntos de vista que hemos  tenido  en mente . Se acaba de cerrar un ciclo y mucho de lo que aprendimos nos sirve de referencia para saber qué funciona y qué no funciona.
La conjunción Mercurio -  Saturno ocurrirá el 25 de noviembre y  tendremos un año exacto para trabajar en ese proyecto que necesita una nueva plataforma y/o proyección. Es un momento propicio  para darle estructura a las nuevas ideas y aprovechar las oportunidades de expansión que se presentan como  “señales”  en nuestro camino. El universo nos está hablando en todo momento pero nuestra conciencia puede estar o no atenta a lo que nos dice. Aprovechemos la puerta que se abre este 25 de noviembre para iniciar de manera pragmática una nueva etapa en materia de trabajo, estudio y  proyecto de vida.
 “Ningún trabajo importante al cual se consagre el corazón con firme devoción quedará sin terminar.”
                                                                                             Lama Govinda
Así que es momento de iniciar esta nueva etapa  con mucha constancia y determinación.  El entusiasmo no faltará,  el norte podrá ser alcanzado si las acciones se ejecutan de forma equilibrada. No descuidemos la  “forma”. Es imprescindible para lograr  el éxito en ese nuevo proyecto cuidar la manera de hacer las cosas. Debe prevalecer la armonía, el tacto, la diplomacia, la cooperación y la sinceridad en todo lo que decidamos iniciar a partir de ahora. Evitemos la actitud  acomodaticia, la falsedad y la simulación. No es momento para indecisiones ni evasiones.
Aprovechemos este movimiento vertiginoso para reorientarnos y actuar.