miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ofiuco y la vida renovada

Dentro de la mitología que nos habla de Ofiuco se cuenta que Apolo decidió vengar la muerte de su hijo (Asclepio) matando a los cíclopes, hijos de Zeus. Recordemos que éste fulminó con un rayo a Asclepio una vez que Plutón se quejara de su intromisión en en el reino de los muertos, cada vez que el singular médico los regresaba al mundo de los vivos. Los cíclopes eran los encargados de fabricarle los rayos a Zeus para que pudiese utilizarlos a voluntad. De esa manera asesina a Asclepio, pero sin enviarlo al Tártaro (lugar al que iban los destinados al olvido).
La venganza de Apolo es lo que hace a Zeus cambiar de parecer y devolverle la vida a Asclepio, para convertirlo en constelación colocándolo en el lugar del cielo que está muy cerca de la Serpiente. Así se cumplió la profecía Hipe (hija de Quirón) quien al ver al niño Asclepio predijo que éste renovaría sus destinos dos veces y que naciendo semidios se convertiría luego en dios.
La energía renovadora está implícita en la simbología de Ofiuco. El principio liberador está en la capacidad de cambiar y renovar completamente el destino, y esto lo plasma claramente el relato mitológico a través de la imagen del semidios que se convierte en dios inmortal. De aquí podemos seguir extrayendo características potenciales de los nacidos bajo esta constelación: la capacidad de transformar sus vidas y de convertir sus talentos en verdaderos aportes imperecederos. La constelación de Ofiuco encierra en estos momentos la clave de muchas respuestas para la humanidad. En tiempos de apertura, conocimiento y capacidad de cambio, Ofiuco muestra una nueva corriente en donde lo imposible se puede hacer posible. ¿No es eso lo que el ser humano con todos sus avances científicos y su apertura mental está buscando alcanzar?
¿No es acaso la vertiginosa ruptura de antiguos paradigmas lo que el hombre está experimentando cada día con su conciencia?
¿Es hoy la muerte entendida como se entendía hace 200 años?
Apolo, dios que simboliza la conciencia, padre de Asclepio, insta a Zeus a devolverle la vida a su hijo. ¿No es la conciencia despierta lo que nos conecta con otra forma de entender y comprender nuestra realidad destinada al cambio permanente?
Ofiuco está dándose a conocer en tiempos de apertura y cambios de conciencia. Él sostiene entre sus brazos una gran serpiente que simboliza el cambio y la renovación.
Nostradamus utilizaba el zodíaco de trece signos. El signo de Ofiuco ha sido denominado desde siempre “el signo secreto”. La brecha entre Escorpio y Sagitario, representada por la constelación de Ofiuco es conocida como la “fosa oscura” y corresponde al centro de la vía láctea.
MÁS INFORMACIÓN EN "OFIUCO EN LOS NUEVOS TIEMPOS" 07/06/09

1 comentario:

Miguel Ávila dijo...

Hola. Soy un ofuco. Uso la capacidad sanadora y trascendental inconscientemente desde pequeño. Con eso lo digo todo.