Del 13 agosto al 5 de septiembre de 2017 Mercurio estará en
su fase retrógrada. Durante esta temporada los aspectos que pasarán por una
revisión, y consecuente renovación, serán los relacionados con el ego. Muchos serán los eventos que nos confronten
con la autoconfianza y el amor propio.
El autoengrandecimiento, la presunción y el egocentrismo serán
desmantelados durante los primeros 10 días del movimiento retrógrado. El
despotismo será puesto a prueba y
sometido a estrictas medidas de transformación. La genuina magnanimidad, el
liderazgo auténtico y poder de decisión voluntariosa se fortalece y adquiere
una nueva visión a partir del 27 de
agosto y días posteriores.
Será necesario
conectarnos con la creatividad, el optimismo, el buen ánimo y la
autoexpresión para dar salida a lo mejor
de cada uno de nosotros. Revisemos cuáles
han sido nuestros temores y reconozcamos nuestro verdadero poder. El brillo personal no depende de nadie ni de
nada, simplemente se enciende con la llama de nuestra conciencia.
En este período permitamos que la espontaneidad aflore desde
el amor propio, sin pretensiones, ni falsos ropajes. La
sinceridad sanará muchas heridas. El
temperamento afectuoso y cálido lubricará los vínculos resecos que ameriten ser
estrechados.
Disfrutemos de este Mercurio retrógrado reconociendo nuestro
auténtico clamor. ¿Qué amamos? ¿Qué
disfrutamos? ¿Qué somos? Dejemos que la
respuesta llegue y nos inunde de conciencia. Permitamos que nuestra alma y no
nuestro ego tome las riendas de nuestra vida. El alma confía, tiene la certeza
siempre desde el amor y la verdad, el ego por el contrario, teme, duda,
desprecia, juzga, separa, oprime y se encierra en su fantasiosa creencia de
turno.
Hércules estranguló al León de Nemea para dar fin al temor
de la población que vivía encerrada y temerosa de ser atacada por esta terrible
bestia. La libertad y la confianza retornó luego de esta hazaña heroica. El León sólo pudo ser vencido con la voluntad
y la fuerza de Hércules, sin armas,
empleando sus propias manos y su cuerpo para acabar con su furia animal. Así, el ego siempre se desvanece ante la
supremacía de la conciencia y el amor. Venzamos a nuestro propio León de Nemea,
acabemos con la amenaza, la duda y el temor que nos oprime desde el ego, sólo
el amor nos guía en la hazaña, triunfa y libera nuestro potencial.
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