lunes, 11 de junio de 2007

Ofiuco y los límites (Parte II )

Gracias querido Hermes, por guiar nuestros pensamientos, por traernos la luz de Zeus y liberar los miedos del Hades.

Una muy gratificante jornada mercuriana nos acompañó este pasado sábado durante la realización del taller: “Mercurio retrógrado y su influencia”. Hermes hizo presencia con su inigualable destreza para ayudarnos a conectar con distintas realidades, abrirnos puertas y comprender cómo funciona nuestra vida. Entre historias mitológicas, imágenes y cuentos logramos sumergirnos en el interesante mundo de los arquetipos para descifrar algunas pistas sobre el andar del cosmos en nuestra psique.

Mercurio, el planeta de las comunicaciones, la astucia, la magia y un sin fin de facetas más iniciará su fase retrógrada a partir del 15 de junio hasta el 7 de julio de 2007. Así pues, hagamos honor a este ciclo a través de una entrega absoluta, deteniendo nuestro ajetreado andar, escuchando las voces subterráneas de nuestro inconsciente, que comenzarán a escucharse con más fuerza durante los próximos quince días, y nos dirán mucho acerca de lo que tenemos que tomar o dejar atrás.

Continuemos ahora con la segunda parte del estudio mitológico de Ofiuco...

Cabría narrar brevemente la muerte de Asclepio y su elevación como constelación de Ofiuco. Luego de realizar numerosas resurrecciones, Asclepio, es instado a devolverle la vida a Hipólito, por petición de Artemisa, quien respondía a la devoción de Hipólito en desdeño de Afrodita. Hipólito no le rendía culto a Afrodita, y ésta en venganza, hizo que Fedra (madrastra de Hipólito) se enamorara perdidamente de él. Hipólito la rechazó una y otra vez, de manera tal que Fedra se suicidó, pero no sin antes dejar una nota diciendo que Hipólito había intentado violarla. Teseo (padre de Hipólito), al saberlo, estalló en furia y mandó a matar a su hijo. Artemisa le ruega a Asclepio que lo resucite y es así como Hipólito recobra la vida.

Al ver tal situación, Plutón se queja ante Zeus del problema que ha implica en su reino el hecho de que Asclepio no discrimine en su labor de resucitar a los mortales. Zeus reflexiona y decide eliminar con un rayo a Asclepio. De esta forma es elevado como la constelación de Ofiuco: El serpentario.

De este interesante relato mitológico podemos extraer, en primer lugar, cómo Asclepio responde a los ruegos de Artemisa (diosa guerrera, de la caza) para resucitar a quien rechazó a Afrodita (diosa del amor y la belleza). Plutón se queja ante Zeus por el desequilibrio que está generando entre los reinos al devolverle la vida a quienes adoran la guerra y rechazan la armonía. Ofiuco representa la capacidad de trascender los límites y sanar las heridas, pero posee también la semilla de la falta de criterio y puede equivocar el móvil con facilidad. En los relatos mitológicos existen muy pocos o ningún encuentro de Asclepio con Afrodita. Sus acciones responden muchas veces a los llamados de Artemisa, y por ende, lleva consigo el germen de la caza.
Ofiuco representa los instintos de las amazonas, el principio cazador, guerrero y osado. También representa el contacto con la naturaleza, sus secretos y bondades. Asclepio aportó grandes conocimientos al mundo de la medicina y se le ha representado con una tabla de anotaciones para simbolizar los estudios científicos.

Este personaje mitológico lleva consigo una carga de energías opuestas entre sí, fluctuando entre la magia y lo concreto, la humanidad y la divinidad, la vida y la muerte. Lo acertado y lo equivocado. Es así como al reconocer el comportamiento de este arquetipo nos conectamos con la capacidad de trascender los límites terrenales, pero valiéndonos, al mismo tiempo, de ellos. La búsqueda y el estudio perenne de Asclepio simboliza la investigación incanzable de la medicina desde la historia de los tiempos, el manejo de los antídotos a partir del veneno y el superar enfermedades terribles y fulminantes. Pero, por otro lado, también representa la superación de los obstáculos que parecen inminentes, la trascendencia de las limitaciones mentales y físicas, el intento de escapar a los efectos del karma y la sobreestimación del propio poder.
CONTINUA EN "OFIUCO Y LA VIDA RENOVADA" 10/09/08

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