martes, 4 de febrero de 2014

MERCURIO RETRÓGRADO



Decidí  escribir este artículo porque cada vez que se acerca Mercurio retrógrado surge esta pregunta: ¿Mercurio OTRA VEZ va a  estar retrógrado? Y el comentario: “¿Pero entonces, voy a pasar todo el año sin hacer nada… porque está retrógrado TODO EL TIEMPO?”. Y todo esto con un tono de queja, resignación y hasta desconfianza (por aquello de: “las cosas tampoco pueden ser así…”)
Lo fascinante de la Astrología es que nos permite entender cómo funciona el cosmos con sus ritmos. Independientemente de lo que hagamos como seres humanos, la naturaleza  del Universo responde a un pulsar cósmico. Los ciclos de Mercurio retrógrado se activan tres veces al año porque es el planeta más cercano al Sol y su recorrido  alrededor dura 88 días terrestres. Simbólicamente, Mercurio rige las comunicaciones, el intelecto y la mente. Mercurio es  quien nos permite “entender” y en teoría “comprender” todo lo que nos ocurre en la vida. Sin mente no podemos procesar los estímulos externos, asimilarlos e incorporarlos a nuestra conciencia.
Cuando Mercurio se pone retrógrado  entramos en un período de “comprensión”  de nuestro entorno inmediato. Esa “comprensión” se lleva casi un mes  y funciona de la siguiente manera:
1.-  Durante la etapa de sombra (aproximadamente unos  10 -15 días antes de ponerse retrógrado) comenzamos a lidiar con uno o dos temas claves en nuestra vida.  Esos temas vienen asomándose de distintas maneras a través de conversaciones, situaciones curiosas o simplemente, nuestros pensamientos se orientan espontáneamente  hacia ellos con más persistencia de lo habitual.
2.- Durante la etapa de tormenta ( aproximadamente 3- 4 días antes de ponerse  estacionario)  el tema que nos acontece adquiere un tono más denso. Nos obsesiona un poco más. Sin embargo, dado que Mercurio se encarga de darnos información,  es posible que percibamos las cosas de manera desvirtuada, es decir, que lo que veamos no sea lo que realmente  es. Nuestra percepción  en ese momento no es objetiva ni clara. Esto se debe a que en el período de tormenta de Mercurio se está pasando de una conciencia enfocada en lo externo a otra enfocada en lo interno.
3.- Durante la etapa de Mercurio retrógrado antes de la conjunción con el Sol (aproximadamente unos 10 días a partir del día que se pone retrógrado)  se activa nuestra percepción interior. Cambiamos la frecuencia y pareciera que nuestro mundo interno  toma el control.  Nos cuesta darnos a entender  porque nos encontramos en una especie de limbo. NO EXISTE VISIÓN OBJETIVA durante estos días. Por eso es tan importante estar atentos cuando inevitablemente debemos realizar actividades mecánicas, porque suelen ocurrir accidentes, olvidos, y equivocaciones. En estos días hay que conectarse con las “señales” que se manifiestan, porque nos servirán de referencia para detectar cuál es el sentido que le estamos dando al tema que nos está aconteciendo. Son días para descansar, precisamente porque estamos procesando cosas en nuestro interior.
La evolución de la conciencia humana depende mucho de estos ciclos retrógrados. Por eso ocurre tres veces al año. Las decisiones que tenemos que tomar, las acciones que debemos ejecutar, los temas  que debemos abordar en nuestra vida, tienen un ritmo de manifestación. Si ejecutamos las cosas  sin la previa reflexión, seguramente los resultados no serán los óptimos. Si obviamos los ciclos cósmicos, posiblemente no nos adaptaremos a los cambios que demande la naturaleza universal.  Somos un sistema dentro de otro sistema y cada uno es una célula fundamental con ciclos determinados. Alinearnos nos permite vivir de manera sana y coherente.
Los ritmos desbocados, la carrera constante por la inmediatez, la pérdida de contacto con nuestra necesidades básicas, la premura por cumplir con metas titánicas capaces de lograr desvincularnos de nosotros mismos, terminan generando caos.
Ver el ciclo retrógrado de Mercurio como una  “mala influencia” o como un período en donde “estamos de manos atadas” es no darle su justa interpretación.
4.- Durante la etapa de mercurio retrógrado en conjunción con el Sol se alcanza la “comprensión” del tema que tenemos pendiente. Es el momento en que “nos cae la locha”, llegamos a la respuesta, la clave, la solución anhelada en nuestro interior. Muchas veces sentimos que nos volvemos a llenar de ánimo para actuar y resolver lo que tenemos pendiente. Sin embargo, apenas es una idea lo que nos llega, y como toda idea debe pasar por su respectiva maduración y manifestación externa. Ese proceso de desarrollo de la idea o “la solución” deberá tomarse unos días más para adquirir cuerpo y carácter.
5.- Durante la etapa posterior a la conjunción con el Sol ( unos 10 días hasta ponerse directo). Este es el momento de asimilación de la nueva idea. Es importante no precipitarse en la ejecución de acciones aparentemente “necesarias” o “impostergables” ya que  aún no se cuenta con la alineación entre nuestra mente y nuestra voluntad. Nos sentiremos muy claros y decididos, y  el entusiasmo nos impulsará hacia la acción, pero debemos tener presente que durante este período no es recomendable “hacer” lo que “sabemos” que tenemos que hacer. Para esa ejecución debemos esperar a que Mercurio retome su movimiento directo  y así disfrutar de la armonía y la coherencia entre nuestra voluntad y el engranaje natural con todo lo que nos rodea.
 
 
Tengamos a la mano estos cinco puntos cada vez que se acerque Mercurio retrógrado y fluyamos de la mejor manera.